CRÍTICA | ¿Se equivocó Taylor Swift con The Tortured Poets Department?

Soy Francisco Pérez, y soy swiftie.

Este título, designado para los fans más acérrimos de Taylor Swift, por sí mismo puede generar rechazo, porque todos hemos escuchado las historias de terror de los fieles a la artista que se vuelven locos por su amadísima líder y no son capaces de escuchar las críticas (a veces constructivas, a veces efectivamente cargadas de un machismo intrínseco).

Hoy Taylor Swift me hizo poner en duda mi militancia.

“The Tortured Poets Department” es el decimoprimer disco de estudio de la cantante norteamericana, ¿y la verdad? Podría ser considerado el más débil de la discografía de la artista, al menos en lo que corresponde al sonido.

Es que la artista es una amiga increíble, prácticamente apadrinando a su fiel colaborador y ganador 5 veces del Grammy a Mejor Productor del Año, Jack Antonoff, quién por tercera vez en los últimos años ha triunfado haciendo el mínimo esfuerzo.

Quizás estoy siendo demasiado duro, el también productor de Lana Del Rey, The 1975 y Bleachers es claramente bueno en lo que hace. El problema es que siempre hace lo mismo.

Desde que tomó las riendas totales del sonido de Swift para Midnights en 2022, la música de la rubia se ve opacada por un sonido sintetizado, beats monótonos y genuinamente una mezcla que hace sonar a la artista (que ha pasado por el pop más rosado, el country e incluso sonidos más rock) como una popstar más del montón que más bien recita sus potentes letras sobre una pista poco enérgica.

Es más, las canciones que a mi parecer mejor hacen brillar a la mente maestra detrás de “All Too Well (Ten Minute Version)” son aquellas en las que Antonoff no tuvo mayor incidencia. Brilla en este contexto la colaboración con la banda inglesa Florence + the Machine, “Florida!!!” que destaca como el brote de aire fresco que la cantante necesitaba dentro de su propio álbum, uno de los más personales de su carrera. 

Otro colaborador destacado en este nuevo álbum es Aaron Dressner, quien está a lo largo del disco pero ya toma las riendas en el segundo tiempo conocido como “Anthology” (la segunda parte del secreto disco doble que es TTPD).

El músico comenzó a colaborar con la artista desde los discos hermanos “Folklore” y “Evermore”, con más matices y una preocupación por la profundidad sonora salva el trabajo mediocre que hizo Antonoff y que sepultará a la cantante si es que no hace algo al respecto.

Pero seamos justos por un minuto, ¿Es todo lo que hace Antonoff monótono? En ningún caso, la locura y la ironía detrás de “I Can Do It With a Broken Heart” funcionan muy bien con el estilo sonoro del productor. Y quizás este es el mayor argumento en contra del también frontman de Bleachers: Su estilo no junta ni pega con la “poesía torturada” que propone Swift.

¿Está Taylor Swift en su “Jubilada Era”?

Este es el primer disco post “Año de Taylor Swift”, luego de un 2023 donde la explosión mediática fue exagerada y, ¿cómo no? Si la Persona Del Año 2023 según la revista TIME rompió récords históricos, llenó estadios y salas de cine por igual a lo largo del mundo y se convirtió en la reina de la farándula por su relación de cuento de hadas con el Tight End de los Kansas City Chiefs y reciente ganador del Super Bowl, Travis Kelce.

Y es que Taylor lloró cuando no había más mundos por conquistar, pues al momento de escribir esta reseña (18 horas después del lanzamiento del disco) ella ya se consagró con el mejor lanzamiento de la historia y la artista más reproducida en Spotify.

Logros deseados por cualquier otro artista, pero que para Taylor son historia conocida. La cantante a sus 34 años ya ha logrado cosas que artistas legendarios como Paul McCartney y Elton John hoy cuentan como historias de dormir para sus nietos. Es joven pero ya lo tiene todo, por lo que puede hacer lo que quiera, grabar un disco con sus mejores amigos y vender 25 versiones en vinilo que los fans adorarán.

Debe ser realmente frustrante ser Taylor Swift, vivir constantemente enfrentándose a su propia sombra y estar constantemente en el ojo público, que la ama y la odia en partes iguales, además de problemas de ansiedad que constantemente le hacen sentir que su trabajo no vale la pena.

“The Tortured Poets Department” es un trabajo liberador para Swift, pero que el propio hype terminó por sepultar, y sólo demuestra que haga lo que haga va a estar en la cima. Solo queda esperar que la próxima vez que llegue al podio que la trayectoría y su talento lírico justamente le han merecido, su amiguito no lo haga sentir inmerecido.